La principal causa en la caída del volumen de diamantes ha sido el retroceso en la mina australiana Argyle ya que muestra un acusado descenso del 18% en su producción, hasta los 14 millones de quilates.
Y es que como ya hemos comentado en ocasiones anteriores, la otrora principal mina de diamantes del mundo se encuentra ya en periodo de cierre por el agotamiento de sus recursos y es probable que su desmantelamiento se produzca a lo largo de 2020.
La otra caída significativa la protagonizaron las explotaciones mineras rusas, con un descenso del 3% aunque el país se mantiene en la cabeza de la producción global con 43,2 millones de quilates, seguida muy a distancia por Botswana, que logra recuperar la segunda posición tras extraer de su subsuelo 24,3 millones de quilates.
Precisamente el país africano es quien lideró el incremento en la producción y en el valor en 2018, con sendos incrementos del 6% tanto en valor (3.500 millones de dólares) como en producción. El país cayó hasta la tercera posición en 2017 y aunque Canadá también ha incrementado en un 2% su producción (23,2 milloens de quilates) no ha sido suficiente para mantenerse tras Rusia.