Mientras De Beers considera a los diamantes producidos en laboratorio como una “oportunidad más” de negocio su principal rival, la minera pública Alrosa, sí que ve en estos diamantes ‘tecnológicos’ una seria amenaza para el mercado de los diamantes naturales.
Los diamantes sintéticos representan hoy día “más del 3% del mercado global pero sus ventas están creciendo rápidamente” explican desde Alrosa. Su principal queja no sólo es que “copen una parte de ese mercado”, sino que su presencia también conduce a “una reducción en los precios de los diamantes naturales, especialmente en el segmento de los de menor tamaño”.
Entre los desafíos presentes y de futuro para el sector, la empresa minera también destaca la falta de interés del público más joven por la joyería. “Ambos factores pueden afectar la disminución de los ingresos de la empresa y, como resultado, el deterioro de la fiscalidad en la República”, señalan fuentes de esta compañía pública.