Ahí es donde el tasador experimentado es crucial, ¿Qué terminaciones tiene la pieza?, su pulido, el interior o las traseras nos aportarán mucha información sobre que tenemos entre manos. Si hablamos de aleaciones y metales novedosos todo se embrolla un poco, el Tungsteno (wolframio) con igual densidad del oro, el aluminio ionizado con la gama de colores que nos ofrece, el uso del acero coloreado o piezas de níquel...
Eso sin contar con aleaciones de toda la vida como el latón, la alpaca o bronce y, si además sumamos baños como el de rutenio, complicamos muchísimo ante qué metales nos encontramos. Si añadimos las nuevas técnicas de creación, prototipados que generan formas imposibles de manufacturar, impresoras 3D capaces de realizar piezas espectaculares, etc..
En el mundo global en que estamos tanto joyeros como tasadores, o evolucionamos rápidamente o desapareceremos
Por todo lo expuesto brevemente podemos concluir que una buena formación continuada siempre, repito siempre es importantísima y no me refiero solo a estudios teóricos sino al componente práctico que conlleva luego dilucidar, a veces sobre la marcha, qué se nos presenta.
Por ello el contacto con las piezas físicamente es crucial para hacernos el "ojo" a los metales. Con solo la teoría dejamos cojos nuestros conocimientos.
No soy un estudioso, simplemente un curioso, y los profesionales debemos dar ese Plus que se espera de todos nosotros y fomentar entre los compañeros la Formación. En el mundo global en que estamos tanto joyeros como tasadores, o evolucionamos rápidamente o desapareceremos.
José Luis Romera Cazorla es Joyero, Gemólogo, Tasador, Vocal y Docente en la Asociación Española de Tasadores de Alhajas.