Desde el punto de vista de los distribuidores nacionales e internacionales que acuden invitados a esta cita, el encuentro tiene diferentes vertientes en función a sus expectativas y a cómo el producto puede encajar entre sus clientes.
Hemos hablado con algunos de ellos y entre esta variedad de opiniones encontramos a los que vienen con una generosa billetera (en torno a los 100.000 euros) dispuesta a desembolsarla, a priori, en productos que se adaptan a sus gustos por la originalidad y los finos acabados de las piezas.
También encontramos la opinión contraria, de distribuidores que no acaban de encontrar en el producto local piezas que se adapten a sus mercados, pero que sin embargo están dispuestos a ampliar su producción propia subcontratando los servicios de los fabricantes cordobeses.
Sea como sea –en la variedad está el gusto-, es evidente que la apuesta del gremio, de las administraciones públicas y de la empresa privada cordobesa, es un importante ejemplo a tener en cuenta como elemento dinamizador de este sector.