Escultora y diseñadora de joyería de autor, la salmantina afincada en Barcelona lleva diez años aliándose con la naturaleza para crear piezas únicas modelando el bronce, que es su metal fetiche. Fili Plaza nos cuenta cómo está atravesando esta crisis y sus planes de crecimiento
¿Cuáles son los principales factores que diferencian a la joyería de Fili Plaza?
Lo más destacable, que no lo digo yo, sino que es el sentir de nuestros clientes, es que se trata siempre de pequeñas esculturas y eso es un orgullo para mí, puesto que soy escultora y he derivado ese conocimiento a hacerlo en pequeñito. Lo que intento transmitir siempre es que haya algo detrás de la joya. Tengo colecciones y piezas únicas, a las que normalmente les añado algún tipo de piedra. Normalmente trabajo el bronce, por la textura y los acabados de este metal, aunque para las piezas únicas suelo usar la plata. En raras ocasiones, salvo algún encargo, suelo emplear el oro.
¿Eres de la opinión, como afirman nuestros políticos, de que estamos saliendo de la crisis?
En absoluto. Yo encuentro que el público está triste, no hay alegría a la hora de comprar, no hay más que salir a la calle y ver los establecimientos, no sólo de este sector, sino de todos en general. Eso es una invención de los políticos, de la televisión, pero la gente está trabajando mucho y no se acaba de ver la recompensa. Cada vez es más duro, sólamente para sobrevivir, no ya para crecer. Aunque no soy pesimista, pero se trata de algo que puede verse todos los días.
¿En cuanto a la inspiración, viene mejor a mano o con ordenador?
Aboslutamente a mano. Es un proceso de prueba-error, hasta que estás contento con el resultado. En definitiva se trata de un cúmulo de vivencias, de sensaciones. Tienes algo en la cabeza, un recuerdo, una forma, y a partir de ahí vas construyendo hasta que aparece la idea.
* Más información: www.filiplaza.com
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