La diseñadora y empresaria joyera madrileña Belén Bajo hace un repaso a la situación de la joyería de autor española y reivindica en sus creaciones el uso de materiales y gemas menos utilizadas tradicionalmente, con el objetivo de que sus joyas lleguen a la gente, las vistan y las disfruten.
Cuáles son los principales elementos que diferencian a la joyería de Belén Bajo?
Creo que una cierta honestidad en mi trabajo, que realizo íntegramente en España junto a mis colaboradores y el hecho de que busque y utilice gemas que no se encuentran generalmente en la joyería, probablemente porque no se valora su belleza sino más bien su valor de mercado.
¿Se resiste a la ‘tiranía’ del diamante, rubí, zafiro o esmeralda?
Si, porque yo no entiendo la joyería como una simple inversión en materias primas, sino como una oportunidad de crear pequeños objetos que podamos llevar puestos, que embellezcan nuestra indumentaria y nos hagan sentir bien. La joyería siempre ha tenido carácter jerárquico, de distinción de clase social o casta pero el siglo XX ha democratizado esta situa-ción y el diseño se ha abierto camino. Ahora se entiende el valor estético de muchos materiales que antes no se consideraban apenas. En la naturaleza existen gemas mucho más interesantes y bellas que las cuatro piedras preciosas tradicionales.
Ya desde 2009 Belén Bajo lanzó el concepto de joyería ‘para afrontar la crisis’ ¿Está reñido el precio con el diseño y la calidad?
Mi objetivo principal es que mis joyas lleguen a la gente, que se las pongan y las disfruten. Si hay crisis, hay que buscar alternativas y emplear materiales que bajen el costo de las piezas, sin perder la esencia del diseño ni la calidad de la fabricación. Lo que no se debe hacer es dejarse engañar. Existe un ‘precio justo’ para cada objeto y ese precio no es ni barato ni caro, tiene que ver con las condiciones particulares de quien lo ha hecho. Lógicamente un producto español como el mío no puede competir en precio con uno asiático, pero sí garantiza un trabajo honesto y entregado en el que el precio es un justo y merecido valor.
En estos últimos tiempos vemos joyas de papel, plástico, cerámica, con mezcla de materiales, texturas y formas... Se diría que ya está todo inventado. ¿Cómo ve el futuro de la joyería de autor?
Se podría decir que todo está inventado, es verdad. Es fantástica la libertad creativa que existe y toda la información de la que dispone-mos a través de Internet. El diseñador no debe ser ajeno a ella pero sí ponerla en su lugar y no dejarse llevar por la corriente. Quizá esa sea la diferencia entre los productos asiáticos de venta en tiendas de moda y la joyería de autor, que el valor de los primeros es tan barato como efímero (fueron creados para durar poco) mientras que una joya de autor pervivirá a pesar de las modas porque su esencia es personal.
*La entrevista al completo, en la edición impresa de GOLD&TIME