Hija del afamado pintor francés Balthus, la diseñadora Harumi Klossowska vuelve a trabajar para Chopard añadiendo cuatro nuevas piezas al amplio bestiario de la firma suiza. En esta ocasión panteras, serpientes y leopardos, en oro y piedras de color, dan cuerpo al imaginario animal de la autora.
En la colección hacen su entrada dos serpientes, el símbolo ancestral de la feminidad. La primera se puede colocar a modo de collar, o en forma de brazalete ya que es completamente articulada. El cuerpo es de oro blanco ennegrecido, sus ojos están formados por dos esmeraldas y la cabeza está engastada con diamantes marrones y negros.
La segunda serpiente es una pieza de líneas sensuales. Se trata de una sortija de oro amarillo con diamantes engastados y rubíes para los ojos.