Hace ya sesenta años que la joyería Grassy abrió sus puertas en la Gran Vía madrileña y para celebrar esta efemérides sus responsables acaban de lanzar una colección de sortijas, colgantes, medallas y pendientes, inspirados en motivos clásicos. Una colección "elegante y sobria" como explica Patricia Reznak, responsable del diseño y heredera de la tradición familiar de la firma madrileña
La casa joyera ha buscado en esta ocasión su "fuente" en las joyas arqueológicas, tomando como referencia los sellos romanos y las sortijas que inspiraron también las colecciones del siglo XIX. Y es que para Patricia Reznak, una joya aniversario "debe tener algo de emblema, de símbolo, de icono", y por eso han su emblema recolocando sus elementos (hipocampos, concha, corona) y lo han grabado con la técnica del intaglio sobre unas piedras ovaladas.