Si el año pasado buena parte de la joyería internacional se impregnó del color verde esmeralda, prescrito por el fabricante internacional de color Pantone, en este ocasión el elegido por la 'autoridad del color' es el orquídea.
Y la calidez y el enigmático color púrpura tiene sin duda un ejemplo claro en la amatista, piedra milenaria utilizada para adornos y joyas desde tiempos inmemoriales y a la que se le atribuyen numerosas propiedades.
Como explica la directora ejecutiva de Pantone, Leatrice Eiseman, "el color púrpura resulta intrigante y efervescente a la vez". "Entre el fucsia, púrpura y rosa", este color expande la creatividad; un valor al alza estos días".