Tras apenas un año desde que se constituyera una Asociación profesional para defender los derechos de los reparadores de relojes frente al 'abuso' de algunas de las grandes marcas fabricantes, ANPRE celebró su asamblea general el pasado 19 de octubre con muchos de sus objetivos cumplidos y aún importantes retos por delante.
El encuentro tuvo lugar en Madrid, en la sede de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y se trataron avances como la puesta en marcha de cursos de formación reconocidos ya por algunas empresas Suizas de relojería; La presentación de proveedores; La entrada de ANPRE en su homóloga europea, o la próxima presentación de un sello de calidad que mostrarán quienes cumplan con los criterios técnicos de certificación de los laboratorios de relojería, entre otros.
Sin duda, una de las cuestiones más relevantes para la Asociación es el clima de entendimiento establecido con uno de los gigantes relojeros suizos, el Grupo Swatch (propietario de marcas como Breguet, Omega, Longines, Harry Winston o Blancpain), para que los reparadores entren a formar parte de su red interna de servicios técnicos asociados.
Se trata de una cuestión trascendente para luchar contra la competencia desleal, como reconocen desde la Asociación. "Nuestra profesión está empezando a situarse donde se merece y el intrusismo y la falta de profesionalidad tienden a desaparecer".
Stand by frente al monopolio de las marcas
La Asamblea trató también el estado de la investigación que la Comisión Europea está llevando a cabo por el supuesto monopolio de algunos grandes fabricantes suizos ante la negativa de algunas marcas a vender recambios a talleres no oficiales, tras las últimas y
A pesar de que la Dirección general de Competencia dictaminó a finales del año pasado que no hay motivos para asumir una situación de monopolio debido a la "falta de pruebas", lo cierto es que sí reconoce la "fuerte predominancia" de estas marcas, por lo que se inclina a "seguir estudiando el mercado".
Hay que recordar que esta denuncia comenzó a tramitarse en 2004, por lo que ya son casi diez años recorridos por la asociación europea de reparadores (CEHAR), que ha recurrido la decisión de Competencia.