En homenaje a Daniel JeanRichard, considerado como uno de los fundadores de la industria del reloj en la región de Neuchâtel, la marca Jean Richard presenta la colección 1681, que reinterpreta la historia de la relojería tradicional, en un estilo contemporáneo sin convenciones técnicas ni estéticas.
Nacido en 1665 en Bressels, en la Segna, Daniel Jean Richard se inició muy joven en la pequeña mecánica. El azar le confió la reparación de un reloj. Con aplicación y minuciosidad, estudió este reloj, lo desmontó y decidió reproducirlo. Un primer contacto con la relojería que, de fascinación, pasó rápidamente a convertirse en pasión para un joven que solo contaba entonces catorce años.
Este autodidacta comenzó inmediatamente a trabajar en otras piezas relojeras. Poco a poco, domina la práctica y técnicas necesarias para la fabricación de relojes. En 1692, es cualificado como “maestro relojero; el primero en la región. Tres años más tarde, gracias a sus conocimientos de orfebrería, adquiere el título de relojero-orfebre.
Los relojes 1681 son “guarda-tiempos” en el sentido literal del término. Han conservado en su corazón el savoir-faire heredado de los pioneros relojeros. Sus horas transcurren con una regularidad sin fisuras al ritmo de un movimiento mecánico de cuerda automática, el famoso JR1000, creado y desarrollado por JeanRichard en 2004 después de 4 años de investigación y desarrollo.
Con un diámetro de 11’’’1/2 y un grosor de 3,77 mm, presenta excelentes prestaciones cronométricas y una perfecta estabilidad de marcha, incluida la posibilidad de incorporar módulos. Gran ordenador del tiempo, el calibre se aloja en un joyero de calidad, cuyo rostro recuerda las más hermosas piezas relojeras clásicas, con un toque de modernidad que les ancla en el siglo XXI.