Facet inicia su trayectoria en el año 1987 como mayorista de diamantes y en 2005 pasa al diseño y venta de alta joyería. ¿Qué les impulsa a dar ese salto?
En los 2000 entra el euro, lo que produce una bajada del consumo en Europa y al mismo tiempo se abren las fronteras a toda la industria asiática de joyería, lo que abre las puertas a que se vayan desmontando todas las fábricas europeas, progresivamente. En esa época estábamos en plena expansión de exportación del modelo de negocio de diamantes; teníamos una filial en París, otra en Londres y nuestros clientes, en esos países y en España, nos iban pidiendo que enviásemos las piedras pequeñas a proveedores suyos en Asia, mayoritariamente en China.
Fue cuando comenzamos a ver que el mercado estaba cambiando. Los centros de pulido de diamantes se fueron moviendo desde Amberes e Israel, a India. Entonces éramos los grandes mayoristas de España con diferencia. Llegamos a vender 30 millones, los siguientes competidores vendían 4. Con esa capacidad de compra tan superior hacía falta un producto de mayor valor añadido. Hicimos pruebas y vimos muy interesante la fabricación en India porque allí estaban nuestros proveedores de diamantes. Lo que nos quedaba era hacer una joyería de calidad y en ese sentido hicimos un gran esfuerzo humano de traspaso de conocimientos de grandes joyeros españoles a India y montamos esa fábrica, que continúa actualmente. El diseño también siempre ha sido español y siempre In-house, con diseñadores en plantilla y una excelente dirección creativa desde 2005 a cargo de Esther López.
El Apunte: Creo que [la Confederación Española de Joyería] es totalmente innecesaria y no aporta nada. Está formada por otras asociaciones o gremios, a la vieja usanza, donde los gerentes “vitalicios” asumen las funciones de los presidentes y los presidentes se perpetúan en el cargo
¿Es imprescindible la apuesta por la tecnología para marcar la diferencia?
Sin duda. Contamos con una gran componente tecnológica. Tenemos actualmente registradas unas seis patentes relativas a sistemas de fabricación y a diferentes sistemas de engaste, talla de diamantes… etc. Siempre hemos ido por el camino de la diferenciación y la tecnología, o más bien la innovación, que juegan un papel imprescindible. La innovación, el pensamiento lateral, la creación disruptiva… es un tipo de filosofía de vida y de trabajo donde nos sentimos cómodos. Fíjate que el nombre de nuestra empresa es Facet JewellerySolutions, lo que indica precisamente nuestra actitud y nuestros principios.
Pasando al mercado del diamante ¿Cómo ha vivido la controversia con los precios?
La realidad es que el precio del diamante no ha caído, mantiene su valor, y aunque oyes muchas cosas como “grandes oportunidades” a la hora de la verdad se mantiene porque ten en cuenta que desde marzo hasta agosto no ha habido apenas ventas de las grandes mineras ni movimiento del mercado. Rapaport se equivocó en marzo publicando unas listas de precios con una importante caída y después de un parón las retomó con unos precios más ajustados a la realidad después de unas semanas, pero esa última publicación nadie la usó.
¿Cuáles han sido los mercados internacionales que mejor están respondiendo a esta crisis?
Ha habido un consumo importante de joyería de alta gama clarísimo, principalmente porque han dejado de funcionar grandes competidores como son los viajes. Nosotros desde agosto hasta ahora estamos con un crecimiento a nivel global del 10% sobre el año anterior, cosa que nos ha sorprendido muchísimo por lo inesperado. El 80% de nuestra producción se dedica a la exportación: Alemania, Austria, Suiza, Holanda, Bélgica, EE.UU, Francia… Estos mercados están sólidos y se ha notado mucho esto que comentaba de la falta de viajes internacionales. En el caso de España el diamante continúa siendo el rey. Lo que pasa es que en nuestro país hay un mercado que está en claro cambio, en reestructuración, y porque además depende en gran medida de los ingresos de un turismo ‘congelado’ a día de hoy.
Ha habido un consumo importante de joyería de alta gama clarísimo, principalmente porque han dejado de funcionar grandes competidores como son los viajes. Desde agosto hasta ahora hemos registrado un crecimiento a nivel global del 10%
El retorno a la producción en España ha sido una acción muy aplaudida por el Sector. ¿Por qué se decidieron por Córdoba como centro de producción?
Como te comentaba antes, tenemos la fábrica en India desde hace 15 años y con la calidad comparable a la que se puede tener en Europa, pero el problema es la capacidad de producción. Cuando llega el Covid y la posterior reapertura nos encontramos con que no podemos atender todos los compromisos que tenemos y debemos mover ficha. Y lo cierto es que ahora no me imagino empezando desde cero en un país extranjero, analizando leyes, normas…Y por otro lado, Córdoba era una vieja conocida de Facet. Hemos tenido comerciales, hemos vendido a todos los fabricantes que trabajaban con diamantes… por eso nos vinimos para acá tan pronto se pudo viajar y aquí nos hemos quedado, inaugurando hace unas semanas una planta en la que trabajan más de 50 personas. Córdoba es un clúster estratégico donde hay mucho talento y que cuenta además con una escuela de formación joyera magnífica.
¿Y financieramente compensa esta relocalización?
La deslocalización en su momento tuvo sus ventajas pero ahora, el retorno tiene otra serie de ventajas tremendas, no tiene nada que ver. Primero por la mayor valoración de un producto con la etiqueta Made in Spain y por tanto, Made in Europa. En segundo lugar, logísticamente es otro mundo comparado con Asia y además estás ‘viviendo’ en la fábrica. No es como en India donde vas una semana al mes y dependes de otras circunstancias. Aquí todo depende de uno mismo.
Como vicepresidente del Colegio de Joyeros de Cataluña, ¿Cuál es el papel que pueden jugar las asociaciones en esta crisis?
Pues un papel muy importante. No solamente estoy en el JORGC, también formo parte de la directiva de la Asociación Española de Joyeros (AEJPR) y eso demuestra que creo que las asociaciones hacen un trabajo imprescindible para, entre todos, mejorar el Sector. Y además con un esfuerzo extra de quitarte horas de trabajo, de sueño y de la familia totalmente gratuito por convicción, para remar entre todos. El asociacionismo es fundamental sobre todo para defender a las empresas de las administraciones y dar voz al sector en los cambios legislativos.
Hablando de asociaciones… ¿Qué opinión le merece la recién formada Confederación Española de Joyería?
El tiempo pone a todos en su sitio. Creo que es totalmente innecesaria y no aporta nada. Tenemos una asociación AEJPR formada por empresas, un colegio de joyeros JORGC formado por profesionales, personas que nos dedicamos a la joyería… y ahora hay una Confederación que está formada por otras asociaciones o gremios, a la vieja usanza, donde los gerentes “vitalicios” asumen las funciones de los presidentes y los presidentes se perpetúan en el cargo. Con la creación del JORGC en 2001 desaparecieron esas malas prácticas en Cataluña. Pero para eso se necesita realizar un ejercicio de transparencia democrática, con luz y taquígrafos.
Hay algunas asociaciones que no tienen ni página web, ni publican ninguna información... en mi opinión no sé muy bien a quién representa porque detrás de esas asociaciones hay muy poca base y me parece un ‘brindis al sol’. Creo que no les interesa el asociacionismo para mejorar el sector, más allá de intereses personales. Pero bueno, ojalá consigan algo positivo para nuestra industria. Yo creo que difícilmente podrán aportar nada para mejorar el sector... difícilmente.
