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Carrera: Tiendas, mayoristas y fabricantes tienen que replantearse su futuro, pero deben de hacerlo pronto
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Carrera: Tiendas, mayoristas y fabricantes tienen que replantearse su futuro, pero deben de hacerlo pronto

viernes 03 de julio de 2020, 07:00h

Hablamos con Mariano Carrera, un joyero de tres generaciones que quiere "seguir siéndolo" pese a toda la que está cayendo, que nos habla de cómo ve el panorama a corto y medio plazo de la joyería en nuestro país. Un futuro "poco optimista" a su juicio, si el comercio, el mayorista y el fabricante no se reinventan para hacer frente al que probablemente es uno de los peores retos de su historia. Nos habla también de su nuevo servicio, dedicado a la compra de stock a joyeros que buscan pasar página o hacer una renovación completa de su inventario.

Mariano Carrera
Mariano Carrera

La primera pregunta obligada, cómo ha atravesado Mariano Carrera la pandemia, en lo personal y profesional?

Bueno, pues inicialmente como todos, con mucho miedo sobre todo durante la primera quincena del encierro, cuando no paraban de crecer sin control las cifras de contagios y fallecidos pero luego, cuando comenzamos a percibir que esto iba para largo, no hubo más remedio que organizarse una rutina diaria para hacer lo más llevadero posible el confinamiento.

Precisamente con la reapertura Diamantes Carrera inaugura una nueva línea de negocio dedicada a la adquisición de stock de joyería, relojes y gemas procedente de los cierres o jubilaciones anticipadas provocadas por la crisis sanitaria y económica. ¿En qué consiste este servicio?

Como la mayoría he tenido mucho tiempo para reflexionar y analizar el mercado en previsión de cuando nos dejaran salir. Ten en cuenta que llevo mucho tiempo viajando por todo el mundo e, incluso antes de la pandemia, ya se notaba una tendencia a la baja en la venta de joyería que se ha multiplicado a raíz de la crisis sanitaria y económica. Era de lógica prever que nuestro producto, completamente prescindible, ha ocasionado a muchísimas tiendas, a mayoristas y fabricantes, el tener que replantearse qué hacer con su futuro, qué hacer con sus stocks concretamente.

Ahí es donde nace la idea de poder ofertar un servicio de valoración y compra de todo tipo de stock, tanto de joyería como de relojería y platería.


Carrera: “Cuando uno liquida al público todo lo bonito, luego es más difícil darle salida al resto de inventario


¿Porqué le puede interesar más a un comercio hacer una venta en bloque, que un periodo de liquidación de cara al público?

Cuando vas a comprar o vender un lote, lógicamente tienen que haber cosas bonitas y otras cosas menos atractivas. Lógicamente una liquidación de cara al público es lo primero en lo que piensa cualquier profesional. Pero una vez hecho, ves que si vendes todo lo bonito luego es mucho más difícil dar salida a todo el resto de inventario que te queda. Yo entiendo que los márgenes son mayores si cada uno lo hace por sus medios.

Pero hay otro hándicap en este momento que es que el precio del metal está muy alto. Un ejemplo: Si nos ponemos a liquidar en nuestra tienda el stock que tenemos y no nos acompaña la suerte, pero en paralelo empieza a bajar el metal, estamos dejando de ganar mucho dinero. Eso hay que tenerlo muy en cuenta.

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En este sentido… ¿Es un buen momento para decidirse a vender el stock del comercio teniendo en cuenta el importante repunte en los precios del oro?

Sin duda. Es verdad que con esta incertidumbre no se sabe dónde va a estar el techo del precio del metal. Pero hay que ser realista con el hecho de que la tienda ha comprado sus colecciones con un precio del metal mucho más bajo y probablemente en el peor de los casos, ya no sólo va a recuperar el dinero sino que, incluso con la menor de las ofertas, ganarían dinero en este momento.

Por eso creo que es importante ser prudente y tomar una decisión rápida en los meses de verano que tenemos delante porque, además, todos sabemos que para la venta es una época muy mala y muy dura. Y de aquí a septiembre ¿qué puede pasar? Pues ojalá me equivoque pero hasta un rebrote que nos lleve a todos al confinamiento de nuevo y lo que tengamos no nos sirva para nada.

Y además hay que tener en cuenta la limitada llegada de turistas….

Efectivamente. Hay que tener en cuenta que de momento está vetada la entrada a todo visitante procedente de Estados Unidos, China, Rusia y Latinoamérica, por poner cuatro de los ejemplos más relevantes, que además son un tipo de turista que gasta dinero de verdad en joyería y relojería. ¿A quién le vendemos entonces? Se cierra mucho el círculo. Ellos tienen una cultura donde la joyería todavía se considera un elemento imprescindible para engalanarse y además no olvidan el valor residual, intrínseco, de la joya.


Sé que mis palabras son duras. Soy joyero de tercera generación y quiero seguir viviendo de esto, pero no hay que hacer el avestruz y es necesario afrontar la realidad con nuevas propuestas


¿Cómo estás viendo el panorama de consumo de joyería de los españoles ahora que se retoma esta ‘nueva normalidad?

Creo que esta pandemia ha abierto la puerta a muchos cambios. Hay mucha gente que se ha dado cuenta de que el teletrabajo tampoco está tan mal. Y esto es realmente negativo para el comercio. Hay muchos grandes núcleos de oficinas en las ciudades con comercios a pie de calle que se van a ir vaciando progresivamente y ahí había un cliente habitual que difícilmente va a volver al comercio físico si a medio plazo seguimos en las mismas circunstancias.

Creo que el presente y el futuro es internet. No nos queda más remedio que apostar prácticamente todo a internet, aunque incluso este canal no compense la caída en las ventas del comercio físico. Esta pandemia nos ha enseñado lo que es comprar online. Hemos visto que elegimos, pagamos y nos traen el producto a nuestra casa. Mucha gente, incluso de más edad, como no han tenido más remedio que emplear estas tecnologías, también se ha puesto al día con estas nuevas fórmulas de consumo.

Mucho se ha escrito acerca del cambio en los hábitos de compra de los clientes provocado también por la crisis. ¿Crees que realmente el cliente está enfocándose hacia otro tipo de joyería o es más bien una traslación a internet de las compras que antes se hacían físicamente?

Tenemos un problema en la joyería actualmente. Vender unos pendientes, u otra pieza teniendo que llevar mascarilla no es fácil y eso complica aún más la venta en tienda. ¿Cuál es mi previsión sin tratar de ser pesimista? Yo creo que si todo va bien y no hay rebrotes vamos a empezar a verle la cara a nuestra nueva realidad, como se dice ahora a partir de septiembre, pero no antes. No necesariamente para bien o para mal, pero creo que lo que hemos conocido hasta ahora va a ser difícil de recuperar, esa histórica demanda de joyería, eso va a costar mucho volver a levantarlo. Hay que cambiar la oferta de producto en las tiendas, abrirse a internet, apoyarse en profesionales de la comunicación online… porque va a abrirse una nueva vía que hasta ahora muchas tiendas no habían utilizado y a partir de ahora va a ser imprescindible.

¿Crees que las restricciones a los viajes internacionales –una de las grandes competencias de la joyería— pueden beneficiar al comercio como producto?

Puede haber casos puntuales donde el gasto extra que suponen unas vacaciones, por desgracia muchas familias no lo van a poder acometer y, en muchos casos por miedo, ese dinero va a estar en la cuenta corriente. Que en un momento determinado, parte de ese dinero si todo va bien, pueda revertir en la joyería, pues me encantaría. Sería una muy buena noticia.

El gran problema es que la joyería ya no está de moda. Lo del Covid simplemente ha acelerado lo que se nos estaba viniendo encima. Sé que mis palabras son duras pero soy joyero de tercera generación y quiero seguir viviendo de esto, pero no hay que hacer el avestruz y es necesario afrontar la realidad con nuevas propuestas.

La Federación Mundial del Bolsas de diamantes ha publicado recientemente que el mercado está comenzando a moverse a nivel global, después del parón provocado por el virus. ¿Crees que en España esa recuperación acabará por llegar?

Para que el diamante se recupere en España primero las tiendas tienen que empezar a funcionar; sino va a ser muy difícil. El problema es que ahora mismo piensa que vender brillantería suelta lo hace muy pocas tiendas en España, dirigidas principalmente al fabricante. ¿Con qué ganas se pone un fabricante, estando el mercado como está, a montar género de cara al verano para empezar a venderlo a partir de septiembre? Estamos en una encrucijada muy compleja con respecto al futuro de nuestro sector. A un plazo que espero sea corto y que podamos ver a partir de septiembre una recuperación paulatina de cara al cuarto trimestre del año. Pero la duda está ahí.

Otra de tus líneas de negocio es Carrera Grown Diamonds, dedicada a la comercialización de joyería y diamantes sueltos, con la particularidad de estar creados por el hombre; es decir, los llamados diamantes de laboratorio. ¿En tu experiencia, cómo está acogiendo el cliente final este nuevo tipo de oferta?

Durante este tiempo ha estado relativamente parada, sigo teniendo género, joyas, piedras, y como te comentaba antes voy a darle un pequeño giro enfocándome más hacia la posible venta por internet. Yo sigo contando con que, cuando esto se vuelva a normalizar, el cliente de diamante de laboratorio va a ser el cliente que la joyería está perdiendo.

El cliente joven que busca un producto con una procedencia más limpia energéticamente hablando, que no tenga una relación con conflictos armados, que es la persona que ya está consumiendo producto Bio, producto Eco, y además creo que, en paralelo, el diamante va a bajar de precio y la oferta va a ser aún más atractiva de cara a estos nuevos potenciales clientes que creo que todas las joyerías de España van a tratar de captar y recuperar. Al cliente mayor va a ser muy difícil venderle nada de aquí en adelante.

Una de las cuestiones clave de este segmento de la joyería es si los diamantes creados son, o van a ser, una competencia directa de los naturales, u otro nicho de mercado completamente diferenciado. ¿Cuál es tu opinión? ¿Crees que pueden coexistir e incluso complementarse ambos tipos de gemas?

Creo que sí. Siempre he defendido que una piedra no excluye a la otra y esto es así principalmente por el factor precio. Al final la tienda podrá ofertar dos tipos de producto con unas piedras que son prácticamente las mismas, salvando su origen. Las dos van a tener su narrativa y al final será el cliente quien decida. Cuando entre un cliente con un presupuesto y se deje guiar por el encargado de la tienda, y le muestre una u otra oferta, pues será al final el que decida.

El diamante de color en España desgraciadamente no ha tenido hasta ahora mucha demanda pero he tenido pedidos de diseñadores para realizar determinados tipo de piezas que llamen la atención en un escaparate. Con ese factor diferenciador puedes conseguir que ese cliente entre de nuevo a la tienda y así poder explicarle las novedades. Es cuestión de tiempo, pero ambos tipos de diamante van a ser compañeros de viaje.