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Mineros ilegales trabajando en una explotación de la región de Claritas. Foto: Meridith Kohut.
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Mineros ilegales trabajando en una explotación de la región de Claritas. Foto: Meridith Kohut.

Muerte, caos y corrupción en la extracción de oro en Venezuela

Según el demoledor informe de Human Rights Watch

viernes 28 de febrero de 2020, 07:00h
La región de Bolívar, una rica área productora de oro al sureste de Venezuela, se ha convertido en una auténtica jungla en la que impera la ley de grupos armados que controlan el territorio y cometen “atroces abusos” sobre los residentes y trabajadores de las minas. La organización Human Rights Watch ha publicado un durísimo informe en el que habla de “asesinatos, amputaciones, raptos y violaciones” cometidos por organizaciones a las que llaman ‘sindicatos’ y que “parecen actuar generalmente con la aquiescencia del gobierno y, en algunos casos, con su participación” denuncia la ONG.

Venezuela cuenta con reservas de recursos sumamente valiosos como oro, diamantes y níquel, así como reservas de coltán y uranio. Aunque el gobierno ha anunciado iniciativas para atraer inversiones para la minería, así como medidas para combatir la minería ilegal, gran parte de la minería de oro en los estados en el sur de Venezuela, incluido Bolívar, es ilegal, y una gran cantidad de oro, cuyo total es difícil de cuantificar precisamente por su opacidad, es sacado del país mediante contrabando. De hecho, un informe de 2016 ya alertaba que entre el 80% y el 90% de la producción total de oro sale del país sin ningún control.

Panorama de sitios de minería ilegal en el municipio Sifontes del estado Bolívar, Venezuela, el 8 de enero de 2020. © 2019 Portal Raisg - Minería Ilegal

Los distintos sindicatos que controlan las minas ejercen un estricto control sobre las poblaciones que viven y trabajan allí, imponen condiciones de trabajo abusivas y someten a tratos brutales a quienes se acusa de robos y otros delitos. En los peores casos, han desmembrado y matado frente a otros trabajadores a quienes presuntamente no habían cumplido con sus reglas.


Los grupos armados, que en la práctica están a cargo de las minas y los pueblos que se han formado en los alrededores, aplican sus normas con brutalidad: “Todo el mundo sabe las reglas”, dijo una residente. “Si robas oro o lo mezclas con otro producto, el pran [líder del sindicato] te golpea o te mata”. Otro apunta: “Son como el gobierno ahí… Si roban, los desaparecen”.


Las actividades en estas minas ilegales también tienen un impacto devastador en el medioambiente y en la salud de los trabajadores, según fuentes locales. La migración económica interna debido a la crisis económica y humanitaria en Venezuela ha incrementado la cantidad de personas que buscan trabajo en la actividad minera. "Muchos residentes viven atemorizados y están expuestos a severas condiciones laborales, saneamiento deficiente y un riesgo muy alto de contraer enfermedades como la malaria" según explica la ONG en su informe.

Mina de los 'Ocho muertos'. Fotografía: Clavel A. Rangel.

Brutalidad, mercurio y trabajo infantil

Quienes trabajan en las minas también están expuestos al mercurio, que utilizan para extraer oro, a pesar de estar prohibido en Venezuela. El mercurio, incluso en pequeñas cantidades, puede provocar graves problemas de salud y toxicidad en el sistema nervioso, digestivo e inmunológico, así como en pulmones, riñones, la piel y los ojos.

Estudios realizados en zonas mineras en Bolívar hace ya varios años habían detectado altos niveles de exposición al mercurio, incluso en mujeres y niños, entre quienes los riesgos para la salud son incluso mayores. En el caso de las mujeres embarazadas, los riesgos incluyen discapacidad grave o la muerte del feto o del bebé cuando la gestación llega a término.

A su vez, algunos de los residentes entrevistados describieron severas condiciones laborales en las minas, que incluían cumplir turnos de 12 horas sin equipos de protección y la presencia de niños, algunos de apenas 10 años, trabajando con los adultos.

Los grupos armados, que en la práctica están a cargo de las minas y los pueblos que se han formado en los alrededores, aplican sus normas con brutalidad. “Todo el mundo sabe las reglas”, dijo una residente. “Si robas oro o lo mezclas con otro producto, el pran [líder del sindicato] te golpea o te mata”. Otro dijo: “Son como el gobierno ahí… Si roban, los desaparecen”.

Como detalla de forma escalofriante el informe algunos residentes señalaron haber visto a miembros de un sindicato amputarles las manos o dispararle a las manos a personas que supuestamente habían robado. Otros relatan casos en que miembros de sindicatos habían desmembrado con motosierras, hachas o machetes a quienes transgredieron las reglas.

Pese a estar prohibido por ley, el empleo de mercurio para la amalgama del oro es una práctica habitual en las minas ilegales.

El 14 de noviembre de 2019, Human Rights Watch solicitó información a las autoridades venezolanas sobre el estado de los procesos penales contra los responsables de abusos cometidos por los grupos armados en Bolívar, incluidos funcionarios públicos y miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas que son cómplices en estos hechos, pero "no hemos recibido respuesta", aseguran desde la ONG.

Puede acceder al informe completo a través de este enlace.