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La sangría verde del jade en Birmania
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La sangría verde del jade en Birmania

viernes 08 de noviembre de 2019, 07:00h
Myanmar (la antigua Birmania) es el principal productor de jade del mundo, con más de 36 millones de kilos anuales de esta gema pero, según las asociaciones de productores, más del 95% de la materia prima se escapa de sus fronteras sin ningún tipo de control administrativo y sin apenas generar riqueza para el país.

En una crónica del periódico local The Asean News el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Gemas y Joyas de Myanmar, U Zaw Bo Khant, señala que una de las razones de esta “sangría” es la alta tasa impositiva sobre el jade y las gemas, que puede alcanzar hasta el 15%. Una cifra que a este lado del mundo no parece desproporcionada pero que allí provoca que la mayoría de estas y otras gemas pasen de contrabando a China, el principal cliente del país productor.

A modo de ejemplo un dato curioso que ilustra este afán por evadir la presión fiscal: Mientras Myanmar registró unas exportaciones de jade por un valor anual de 1.200 millones de dólares entre el periodo 2012 y 2016, China registró unas importanciones de 2.600 millones de dólares durante el mismo período. Teniendo en cuenta que el gigante asiático compra más del 90% de la producción a la antigua Birmania… las cuentas no salen.

A los problemas de contrabando, de denuncias de abusos a los pequeños mineros y el trabajo infantil, además de las cientos de muertes registradas en los últimos años por los corrimientos de tierra en una industria sin apenas medidas de seguridad, se suma ahora la entrada de las nuevas tecnologías, que permiten escapar del control administrativo de la forma más sencilla: vía comercio electrónico.

La nueva amenaza digital supone una subvaloración del jade y de las gemas, además de una pérdida evidente de calidad en los materiales que se venden sin ningún control. “La venta en plataformas chinas como Alipay, WeChat o Taobao” denuncia Khant, ha generado no sólo una falta de ingresos, sino un mercado opaco en el que todo vale.

Esto supone, según la Iniciativa de Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI), entidad con sede en Canadá que recoge las transacciones de los países asociados –Myanmar es miembro— que el país asiático sólo recaude, oficialmente, entre el 2% y el 5% de la riqueza generada por las exportaciones registradas.

Una cifra ridícula que se pone más en evidencia si se analizan los datos de las minas controladas por el Gobierno: Los impuestos al jade y las piedras preciosas, disminuyeron de 300 millones de dólares en el año fiscal 2013-14 a 200 millones en 2014-15 y a 190 millones en 2016-17.