Cuando empecé en los años 80, existía básicamente un numeroso grupo de comerciales. La mayoría eran vendedores muy veteranos en la profesión, normalmente autodidactas y con gran conocimiento del cliente y del territorio; normalmente comisionistas, a los que la profesión y las ventas les permitían alcanzar un nivel de éxito y de renta considerable para lo que era la media en aquellas épocas.
Con el tiempo ha aparecido otro grupo compuesto por comerciales jóvenes, con mucha formación, universitarios incluso, sin experiencia en ventas, más preocupados por el modelo de coche de renting o la seguridad y la reglas que les pueda proporcionar la multinacional de turno por el salario que van a percibir.
A mi me gusta ser una mezcla de los dos, la veteranía, empatía y las reglas de la calle junto con la insolencia, la rebeldía, la preparación y la exigencia de las nuevas generaciones.
• Hoy en día el buen comercial requiere de un nivel de autoformación espectacular.
• Ha de conocer eI territorio e identificar a los posibles clientes.
• Ha de ser un experto en el producto que representa.
• Ha de conocer los productos que representan sus competidores.
• Ha de crear las estrategias y saberlas aplicar.
• Ha de ser conocedor de las nuevas tecnologías y aplicarlas.
• Ha de ser apagafuegos, cuando entra una petición vía mail o whatsstapp y dar respuesta.
• Ha de ser psicólogo y empatizar con las diferentes personalidades de nuestros clientes.
• Ha de ser formador y transmisor de los valores de nuestro sector.
Porque no nos olvidemos que el objetivo de todo buen comercial es que nuestros clientes VENDAN. Por tanto, cuando un comercial contacte con usted, profesional del sector… ¡¡¡ por favor atiéndale !!! Seguro que tiene algo que le va a enriquecer y que le puede interesar.
Y a ti, comercial, lo dicho, es decir, "Ponte en Valor".
