Entre éstos últimos hubo uno, el escritor, diseñador y activista estadounidense de origen ruso Nathan George Horwitt, que hizo de la relojería su propia revolución a través de la creación, en 1947, del Movado Museum Watch. Un icono de minimalismo y estilo conceptual que tiene en la Bauhaus su inspiración.
"No conocemos el tiempo como una secuencia numérica", dijo Horwitt, "sino por la posición del sol a medida que la tierra gira". De ahí ese punto dorado que el Movado Museum Watch presenta coincidiendo con las 12, en representación de la posición del sol al mediodía. Una metáfora que completan las agujas que recorren su esfera, en referencia al movimiento de la tierra alrededor del astro.
Hasta tal punto llegó su valor artístico que, en 1960, el Museo MoMA de Nueva York decidió incorporar el Movado a su colección permanente, convirtiéndose así en el primer reloj en recibir este reconocimiento, al que hay que sumar posteriores lanzamientos de ediciones especiales en colaboración con artistas como Andy Warhol, Arman, Yaacov Agam, James Rosenquist, Romero Britto, Proenza Schouler, Max Bill, Kenny Scharf o Philip Johnson.
Actualmente el Movado Museum Watch se sigue reinterpretando colección tras colección y en España es el grupo Citytime el encargado de su distribución.
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