Con una facturación anual de 1.500 millones de francos suizos (algo más de 1.300 millones de euros) Patek Philippe podría tener un valor de mercado de entre 7.000 y 9.000 millones de euros, según los mismos analistas, situándose como la compañía más valiosa de entre las que aún son independientes de los grandes grupos del lujo.
Precisamente una posible venta desataría la guerra de ofertas entre los más poderosos, como el grupo Swatch, LVMH, o Richemont, aunque fuentes de la propia Patek aseguran a la agencia de noticias que no se trata más que de “rumores” fruto de la ociosidad típica de las ferias y que la compañía pretende “seguir independiente”.
Patek Philippe ha cumplido recientemente 180 años y desde hace más de un siglo es propiedad de la familia Stern. La última incertidumbre en torno a la compañía saltó a la luz en 2014 cuando el actual presidente, Thierry Stern, sugirió en una entrevista a un rotativo suizo que la manufactura tendría que “valorar su salida” de Ginebra, o “ponerse a la venta” si no se rebajaba la presión fiscal.
La maniobra de presión debió salir bien a la familia ya que, pocos meses más tarde, la empresa anunció una inversión de 450 millones de euros en su planta del cantón helvético, poniendo fin a la ‘amenaza’.
