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Doce años de cárcel por el brutal atraco a una joyería en Canarias

viernes 18 de enero de 2019, 07:00h
Momento de la detención del peligroso atracador, en octubre de 2016. Abajo, las máscaras de látex incautadas por la policía y que se emplearon en el robo.
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Momento de la detención del peligroso atracador, en octubre de 2016. Abajo, las máscaras de látex incautadas por la policía y que se emplearon en el robo.
La Audiencia Provincial de Las Palmas acaba de condenar a 12 años de prisión a un ciudadano ruso de 43 años que, en 2016, atracó una joyería en Playa del Inglés y propinó una brutal paliza al propietario del establecimiento, dejándolo al borde de la muerte.

El ladrón huyó junto a su novia, de 33 años y española, con un botín valorado en más de 600.000 euros en joyas y relojes aunque fueron detenidos seis meses más tarde cuando intentaban 'colocar' las piezas robadas en otros establecimientos de la zona.

El juez ha condenado a la mujer a tres años y medio de cárcel por su complicidad en los hechos puesto que, aunque no estuvo físicamente en el momento del atraco, fue la encargada de las labores de vigilancia del establecimiento durante las semanas previas y esperó a su pareja en un vehículo para huir tras el robo.

Extrema brutalidad

Los hechos ocurrieron en la tarde noche del mes de abril de 2016 cuando el condenado, de complexión física “muy fuerte” según el auto del juez, entró en el establecimiento oculto tras una máscara de silicona y, sin mediar palabra, la emprendió a golpes con el joyero, un hombre de pequeña estatura y de 66 años.

Pero no quedó ahí la violencia. Una vez maniatado el propietario, el ladrón siguió propinándole puñetazos y patadas “con la posibilidad de acabar con su vida” y después se hizo con anillos, colgantes, pendientes, cadenas y relojes de oro de alta gama valorados en más de 600.000 euros. El ahora condenado se llevó también el Rolex y el anillo de oro que el joyero llevaba en ese momento.

El propietario de la joyería acabó con un traumatismo cráneoencefálico severo, dos costillas rotas y los labios partidos. Pasó dos meses en la UCI y más de cinco de baja. A día de hoy aún arrastra secuelas físicas y sicológicas.

Aunque la sentencia no es firme y cabe recurso ante el Supremo, aparte de las penas de prisión el juez condena a los agresores a más de 600.000 euros por el robo de las piezas, junto a otros 50.000 euros de indemnización al joyero por los daños sufridos.