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Los relojes que marcarán el año: El Orloj de Praga
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Los relojes que marcarán el año: El Orloj de Praga

Hoy visitamos el emblemático guardatiempos de la capital checa

miércoles 26 de diciembre de 2018, 07:00h
Una visita imaginaria a los protagonistas de los últimos segundos del año: los relojes.
Los relojes que marcarán el año: El Orloj de Praga
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El reloj astronómico de Praga, conocido como Orloj, es un reloj astronómico medieval situado en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga, concretamente en la pared sur del Ayuntamiento. Es una visita obligada para quienes se acercan a esta monumental ciudad, que quieran conocer de primera mano esta pieza de ingeniería medieval de 600 años de antigüedad.

Los tres principales componentes del reloj son el cuadrante astronómico, que además de indicar las horas de día, representa las posiciones del sol y de la luna en el cielo, además de otros detalles astronómicos.

Junto a esto destacan las figuras animadas que incluyen "El paseo de los Apóstoles", un mecanismo de relojería que muestra, cuando el reloj da las horas, las figuras de los doce Apóstoles; y un calendario circular con medallones que representan los meses del año.

Más detalles técnicos de la pieza, a través de este enlace.

Construcción

La parte más antigua del Reloj es el mecanismo del cuadrante astronómico que data de 1410. Fue construido por el relojero Nicolás de Kadan2 y por Jan Šindel, profesor de matemáticas y astronomía de la Universidad Carolina de Praga.

Alrededor de 1490 fueron añadidos el calendario y las esculturas góticas que decoran la fachada. El Reloj se paró varias veces a partir del 1552, y tuvo que ser reparado en numerosas ocasiones.

La reparación de 1552 fue realizada por Jan Táborský, que fue precisamene el que menciona al maestro relojero Hanuš como diseñador del reloj, cuestión que se demostró ser falsa en el siglo xx. Y es que, según la leyenda, el mecanismo fue construido por un tal Hanuš (cuyo verdadero nombre era Jan Růže) y por su ayudante Jakub Čech en 1490. Tal fue la maravilla creada que los ediles cegaron al maestro para que no pudiera construirse una copia del reloj.

Cierta o no la leyenda, lo que sí es real es que este mecanismo sigue los modelos de la época y podemos encontrar construcciones similares en Padua, Estrasburgo o Norwich, Inglaterra.