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'Los diamantes sintéticos no afectarán a la demanda de los naturales'
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"Los diamantes sintéticos no afectarán a la demanda de los naturales"

martes 11 de diciembre de 2018, 07:00h
Analizamos hoy con más detalle el informe publicado ayer por la consultora Bain y el Centro del Diamante de Amberes (AWDC), centrándonos en las expectativas de crecimiento del mercado del diamante creado en laboratorio. Según sus previsiones, los consumidores podrían ver a los sintéticos como "joyas de moda pero no como artículos de lujo" lo que minimizaría su impacto sobre el mercado del diamante natural.

Tal como explican en su informe, los diamantes cultivados en laboratorio existen desde hace más de 60 años, con un efecto limitado en el mercado de calidad de gemas naturales. Pero los avances en tecnología han llevado al mercado cultivado en el laboratorio a una posición más competitiva.

En particular, la nueva tecnología de deposición química de vapor (CVD) ha reducido en gran medida el coste de producir diamantes más grandes y de mayor calidad. Hoy en día cuesta entre 300 y 500 dólares por quilate producir un diamante CVD en el laboratorio, en comparación con 4.000 dólares por quilate de 2008.

Y esa reducción de costes en fabricación se ha trasladado, consecuentemente, al precio final de este tipo de diamante. El precio de venta al por menor de diamantes sintéticos casi se redujo a la mitad en los últimos dos años. Y se espera que los precios disminuyan aún más a medida que aumentan las eficiencias de producción, que nuevos competidores ingresen al mercado y que el público comience a ver esta opción como interesante.

Opciones para los fabricantes

Para los analistas, llegado este punto los productores de diamantes cultivados en el laboratorio tienen dos opciones: enfocarse a la producción con calidad de gema para la venta minorista de joyas o producir diamantes para aplicaciones de alta tecnología.

Esta última opción tiene como atractivos un mayor potencial para el crecimiento y rentabilidad a largo plazo, así como las menores barreras de entrada ya que se trata de un mercado con mucha menor competencia. Los sensores, semiconductores y herramientas de corte médico, por ejemplo, presentan un nicho emergente para los diamantes CVD.

La capacidad actual del diamante pulido cultivado en laboratorio y con calidad de gema se estima en unos dos millones de quilates, la mayoría de los cuales son melé con tamaños menores a los 0.18 quilates.

De cara al futuro…

Para 2030, el mercado podría estar produciendo entre 10 millones y 17 millones de quilates anuales si el segmento puede mantener su tasa de crecimiento actual del 15% al 20% anual respaldado por la demanda de los consumidores y una economía atractiva. “Pero creemos que la capacidad de fabricación será un factor limitante importante en el corto y mediano plazo” añaden desde Bain.

En última instancia, el marketing y la percepción del consumidor determinarán el efecto de los diamantes creados en el laboratorio sobre el mercado de diamantes naturales. Existen tres escenarios: los consumidores podrían percibir los diamantes sintéticos y los naturales como intercambiables; como dos productos diferentes; o en algún punto intermedio.

A modo de conclusión, los analistas estiman “probable” que los consumidores vean los diamantes creados en laboratorio como joyas de moda pero no como artículos de lujo, lo que limitaría los efectos sobre los diamantes naturales, tanto en su demanda como en su precio.