...recuperar esos objetos considerados como residuos, para transformarlos en otros totalmente diferentes, normalmente ofreciendo una utilidad distinta bajo una apariencia y valor superior a la de su función anterior.
No podemos decir que esta práctica sea nueva en cuanto a la creación de adornos o accesorios, ya que desde hace bastante tiempo podemos ver cómo de manera artesanal se ha intervenido en ciertos objetos para ser transformarlos en joyas.
Llaves, cubertería, latas de refrescos, teclas de ordenador, maquinarias de reloj, etc,... forman parte da la lista de objetos más recurrentes que se han utilizado hasta ahora pero que, en muchas ocasiones, debido a su simplicidad la repercusión no ha sido del todo favorable.
El Sector de la Joyería cuenta en la actualidad con muchos artistas y diseñadores que proyectan su actividad como una forma de contribuir y apostar por un entorno sostenible y el aprovechamiento de recursos, siendo el upcycling una forma muy útil para combatir este tipo de problemáticas.
No todo sirve, si no se desarrolla conceptualmente
Sin embargo, existe la posibilidad, como he comentado antes, de que la simplicidad y poco desarrollo acaben generando una joya poco atractiva y con una percepción de valor tan solo anecdótica.
Por ejemplo, si creamos un colgante reutilizando el tapón de plástico de una botella sin realizar ningún tipo de intervención, sin duda el consumidor tan solo visualizará dicho tapón y difícilmente podamos transmitir una percepción positiva, ya que resulta evidente el origen o forma del material reutilizado. Por ello, el reto del upcycling en la creación de joyas consiste en trabajar desde la innovación y desarrollo para poder ofrecer un producto de calidad estética y desvinculado por completo del objeto original. De este modo una pieza de joyería de este tipo podría ser deseada por el consumidor, conectado emocionalmente tanto por su belleza como por sus valores ecológicos.
Un ejemplo de combinación perfecta entre upcycling, diseño y percepción de valor,es el trabajo que realiza la creadora italiana Camilla Pietropaoli reutilizando las cámaras de aire ya en desuso de las ruedas de las bicicletas. Una transformación que convierte un producto industrial y poco atractivo en una colección de joyas delicada y en tendencia.
Este tipo de práctica también ha llamado la atención del mundo más artístico y contemporáneo vinculado a la joyería, como es el caso de la joyera Cherry Boonyapan con la reutilización de los precintos que incluyen algunos de los tetrabriks de leche, un objeto que después de cumplir con su función no ofrece ninguna utilidad más. La manera de combinarlos entre si genera un efecto visual muy sugerente y escultórico, con lo que a primera vista es muy difícil el vincularlo a su contexto original.
Otro artista italiano, Angelo Verga, se sumerge en el concepto del upcycling vinculándose al mundo textil del denim, una prenda muy polémica debido a su impacto medioambiental que provocan los tejidos y tintes utilizados, o la desmesurada producción de pantalones jeans o vaqueros a nivel mundial.
Desde un concepto más poético, Angelo trabaja con retales de sus propios jeans ya en desuso, para crear joyas de plata que se fusionan con el tejido azul mediante el prensado, generando un contraste de texturas y colores muy característico.
Apuesta por la innovación
Con estos ejemplos podemos intuir que el upcycling tiene mucho que ofrecer en el sector de la Joyería, siempre y cuando el creador investigue e innove para conseguir como resultado un producto de calidad tanto en acabados como en diseño y, junto a los valores sostenibles, logre cautivar al consumidor con una percepción de valor completamente positiva.
Este tipo de valores están cada vez más presentes y demandados, pero no hay que olvidar que si queremos conectar con el consumidor resulta imprescindible apostar por la innovación, el diseño, y las buenas ideas.
José Luis Fettolini | Diseñador de joyas y director de Workshop R2
