Este planteamiento es, según el JORGC, “una medida que se ha planteado de forma alejada de la realidad de las actividades económicas que diariamente tienen contacto con el consumidor final”.
El Sector Joyero se suma así a la disconformidad con esta propuesta del Gobierno manifestada por otros colectivos como la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) y la Confederación Española de Comercio (CEC).
Tal como explica el presidente del JORGC, Álex Riu, “sin perjuicio de apoyar los esfuerzos políticos en materia fiscal, que es una de las formas de competencia desleal más graves de nuestra economía, desde el JORGC consideramos que hay que tener en cuenta, a la hora de tomar decisiones que cualquier medida que se adopte, en el ámbito fiscal como en cualquier otro, debe favorecer al mayor de individuos y al mismo tiempo ser efectivas”.
La última propuesta del Ejecutivo para combatir el fraude fiscal parece poco acertada e insuficiente
Riu recuerda además que “en el ámbito del blanqueo de capitales de los fondos generados con el fraude fiscal, el legislador español optó por convertir al sector joyero y relojero (a diferencia de la práctica totalidad de industrias y bienes de consumo), en uno de los sectores de especial atención de la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales.
Conscientes de ello, “desde el JORGC hemos realizado más de 25 cursos en Prevención de Blanqueo de Capitales para nuestros colegiados y empresas, y continuamos dotándolos de todas las herramientas para mejorar su eficacia en este campo. No obstante, la última propuesta del Ejecutivo para combatir el fraude fiscal parece poco acertada e insuficiente al no dirigirse directamente a los potenciales focos de economía sumergida” añade Riu.
Además, el presidente del Gremio catalán señala que “las propuestas deberían coordinarse con países de nuestro entorno cercano, cosa especialmente relevante en el marco de la Unión Europea de la cual formamos parte. Y en ausencia de un marco común, cuando menos deberían ponerse en el contexto de las acciones de nuestros vecinos. Sirva como ejemplo el caso italiano:
Italia ha tenido que dar marcha atrás en exactamente la misma medida tras solo 4 años de adoptarla al generar el efecto contrario del esperado. Tan solo Francia tiene un límite tan bajo para las transacciones en efectivo, y el resto de países o bien establecen límites sustancialmente superiores, o sencillamente no ponen límite alguno, en base a sus propios criterios.
Desincentivar el consumo
Álex Riu advierte también de que medidas como la que plantea el Ministerio de Hacienda son contraproducentes para la recuperación del consumo. “Cerca del 80% de las transacciones comerciales en nuestro país se realizan todavía en efectivo, correspondientes aproximadamente a un 50% del valor generado, por lo que esta limitación coartaría la libertad del consumidor para escoger la modalidad de pago que mejor le convenga”.
“Somos plenamente conscientes -aclara Riu- de que la tendencia futura pasará inevitablemente por la reducción del uso de efectivo, reemplazado cada vez más con pago electrónico o el uso de tecnología de pago por móvil (wallet y apps móviles)”. Al mismo tiempo el consumidor también es cada vez más consciente de las ventajas que supone usar medios alternativos al efectivo, aunque a la vez es más suspicaz respecto a la innegable pérdida de confidencialidad y privacidad que conllevan esas alternativas de pago.
“Los joyeros y relojeros estamos preparándonos para ese escenario en el que los medios de pago predominantes sean electrónicos. Pero en tanto no haya una armonización entre los diferentes países de nuestro entorno, y los consumidores hayan hecho esta paulatina transición en forma natural y gradual, no vemos ventaja alguna en aplicar una medida que causará el máximo perjuicio a nuestro sector”, aclara Riu.
