Para Lumbreras, “al no existir una escala de colores, la elección del color es bastante subjetiva”. Por lo general, es el azul intenso con tonalidades violeta el más valorado. A la hora de valorar un zafiro hay que tener en cuenta el equilibrio entre la intensidad de su color y la transparencia de la piedra. Además, “cuantas menos impurezas contenga, más valioso será”, sostiene.
A ello hay que sumarle el tratamiento que puedan tener. “Si la piedra está sin tratar más valiosa es, ya que la mayoría de las piedras de color se someten a tratamientos térmicos para realzar su color, pero de esta forma la gema pierde pureza”, afirma.
Hoy traemos algunos ejemplos de estos corindones, en concreto azules y rosas montados en oro blanco y rosa, que la firma ha transformado en piezas de alta joyería.