"A pesar de lo que la industria y la moda han hecho de ella, la joyería no es algo necesariamente trivial. Es más, la joya puede llegar a proporcionar un nivel de intimidad física y de emoción que ninguna otra forma de arte ofrece.
Aún así, la joyería muestra a mi parecer una serie de contradicciones y por eso estos días tengo sentimientos encontrados o, al menos, mi postura ya no es tan definitiva.
La joya es un objeto sobre el cuerpo que cumple una función social o sicológica
El reto de hacer joyas técnicamente correctas, junto al buen uso de los materiales, conduce a uno a concentrarse en la 'construcción' y a disfrutar de nuestras propias habilidades. Pero tras ese instante nos damos cuenta de que la técnica, las habilidades, o la tecnología empleada son, únicamente, el lenguaje que usamos.
Por ejemplo cuando aprendemos a hablar y escribir al principio nos preocupamos de la gramática y la construcción verbal, dos aptitudes que gradualmente se automatizan. Así nuestra habilidad para crear debe también desarrollarse hasta un nivel en el cual todo se hace automático, fluido.
Y cuando me refiero a lenguaje no estoy sugiriendo que la joyería deba ser narrativa, como todo el arte plástico, si los pensamientos pueden ser adecuadamente expresados en palabras no hay motivo por el que expresarlos de otra manera. Más allá de eso me fascina el significado y el poder potencial de contenido que únicamente puede ser expresado en tres dimensiones
Primeros pasos conceptuales
En mi obra joven, hasta 1984, ese era mi objetivo, preocupado inicialmente con la experiencia personal de vestir la joya y, consecuentemente, con una interacción atractiva entre el cuerpo y la pieza. Esto me llevó a un trabajo visualmente sobrio, simple y refinado que aún hoy aprecio.
Ahora que regreso al mundo de la joyería no pretendo ser demasiado serio, sino divertirme y sobre todo evitar estereotipos. De hecho me permito reconocer el hecho de que, mientras el contenido continúa siendo un referente esencial, también disfruto los avances técnicos (como el 3D) y las amplias oportunidades de libertad que ofrecen.
Aunar esos dos elementos (técnica y contenido) y mantener el debido equilibrio entre ellos continúa siendo un placer complejo.
David Poston.
