Lo que a mí me sorprende no es tanto que estos hechos hayan salido a la luz del día ahora, sino que se haya tardado tanto tiempo en revelarlos. Los que hace 20 años hacíamos tímidos intentos de ofrecer al sector cursos de formación serios, bien pensados y gratuitos, nos topamos con un muro infranqueable y decisiones a dedo, que en algún caso nos dejaba unas migajas a los espontáneos. Naturalmente siempre con unas condiciones peregrinas que no tenían nada que ver con las salidas profesionales reales.
Recuerdo la adjudicación de un curso de engastado, en el que desde un principio nos rebajaron las horas necesarias a la mitad, para obligarnos después a ofrecerlo solamente a mujeres, desempleadas de larga duración y mayores de 50 años y todas con presbicia! Todas estas señoras mostraron muy buena voluntad durante el curso, pero desgraciadamente no conseguimos encontrarles posteriormente un empleo como engastadoras.
También sé de centros de formación que no tenían dinero para pagar las nóminas de sus profesores pero sí para comprar e instalar un completo laboratorio de gemología unas semanas antes de la amenaza de cierre definitivo.
¿Para qué les voy a hablar de los vaivenes y sinsentidos de nuestros gobiernos, nacionales, autonómicos o locales, lo mismo da, a la hora de gestionar dinero ajeno?
Desconcierta que hayan tardado 20 años en destapar estos fraudes masivos, conocidos para la mayoría de nosotros. Sólo falta preguntarse: ¿cuánto de este dinero se ha devuelto y a partir de ahora se va a gestionar mejor? ¿Acaso lo que no se lee a diario en los periódicos vuelve a caer en el cajón de los olvidos? Me temo que así es…
Mientras, deseamos que la salud y la lucidez le acompañen al Maestro Ontalva todavía muchos años para poder seguir disfrutando de su sapiencia alrededor de una buena mesa.
*Toda la información sobre la Asociación de Tasadores de Alhajas, en la sección ART&VALUE de la edición de Julio de GOLD&TIME.
