La demanda inicial fue presentada por Swatch, que ascendía a 3.800 millones de francos suizos (3.151 millones de euros) y en consecuencia, la firma joyera de alta gama respondió con una contrademanda por importe de 514,9 millones de francos suizos (unos 427 millones de euros).
La historia de este desencuentro arranca a finales de 2007 con un acuerdo de cooperación prometedor, según el cual ambas empresas habrían convenido desarrollar el proceso íntegro de negocio (diseñar, crear y distribuir) de manera conjunta los relojes producidos. En este proceso y en base de los compromisos firmados, Grupo Swatch habría invertido millones para desarrollar, distribuir y vender relojes Tiffany & Co. en sus establecimientos, su red mundial de minoristas independientes y en las tiendas de Tiffany & Co.
Según anuncia el grupo Swatch en un comunicado de su web, "en septiembre de 2011, tras los esfuerzos sistemáticos de Tiffany & Co para bloquear y retrasar el desarrollo del negocio, y los infructuosos intentos de The Swatch Group Ltd. y su filial Tiffany Watch Co. Ltd para resolver el litigio de forma amistosa, estos últimos se vieron obligados a poner fin a estas acuerdos". Fue entonces cuando Swatch Group y su filial Tiffany Watch Co. presentan una reclamación contra la empresa estadounidense Tiffany & Co., por daños y perjuicios. Según se expone Swatch Group la indemnización solicitada corresponde a "las pérdidas durante la pasada relación con Tiffany & Co. y la continua violación de sus obligaciones y deberes en virtud del acuerdo". La cifra solicitada, que asciende a 3.800 millones de francos suizos, incluiría las pérdidas cuantificadas derivadas del negocio conjunto.
Tiffany & Co. ha respondido ahora mediante la presentación de una demanda por 541,9 millones de francos suizos. La noticia se ha conocido a través de la web oficial de Grupo Swatch, ya que en el espacio dedicado a prensa de la empresa estadounidense de joyería no se hace hace referencia alguna a este cruce de demandas. Desde Swatch se asegura en la nota de prensa, que esta contra demanda no posee "ningún fundamentos fáctico o jurídico" y que será cuestionada "enérgicamente" por su parte.
