El crecimiento de las exportaciones suizas se centra especialmente en los relojes de más alta gama, pues tanto se si se observa con respecto al tipo de material, en el que predomina el aza de los de oro, como por gama de precios, se puede confirmar que las alzas son mayores cuanto más se sube en la escala de dichos relojes. Así, las exportaciones de relojes de oro se incrementaron en julio de 2011 con respecto al mismo mes de 2010 en un 38,7% en volumen, superando las 50 mil unidades, y un 34,8% en valor, rozando los 574 millones de francos suizos (478 millones de euros). Platino y plata siguieron tendencias dispares, pues mientras las ventas del primero crecieron en volumen un 25%, su valor se redujo drásticamente en un 22,5%, es decir que se abarataron considerablemente. Por el contario los de plata vieron reducirse su volumen, hasta en un 69% pero su valor creció en un 77%. Bien es verdad que hablamos de sólo 500 piezas en la plata y 900 en el platino, es decir algo prácticamente irrelevante.
Por otro lado, los relojes de acero, es decir, el grueso del Sector experimentaron un crecimiento del 8,9% en volumen, con más de 1,3 millones de unidades, en tanto que su valor creció casi un 10% hasta superar los 585 millones de francos suizos.
En el conjunto de los siete primeros meses del año, Suiza exportó relojes de pulsera por valor de 10.388 millones de francos, 8.657 millones de euros, lo que supuso un 19,5% más que en el mismo periodo de 2010. Por países, el principal mercado volvió a ser Hong Kong, seguido de Estados Unidos, y ambos, como tantos otros países con crecimientos superiores al 20%. España resultó ser el decimo tercer cliente internacional de Suiza, con 195 millones de francos, y un 5,6% de incremento, uno de los más bajos del conjunto de mercados de la relaojería suiza, superando sólo a Gran Bretaña, que creció en 5,1% y a Portugal cuyas importaciones cayeron casi un 11%.
