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Tres versiones de la misma pieza, en cera, con gema y acabada, modeladas con el programa Matrix Gold.
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Tres versiones de la misma pieza, en cera, con gema y acabada, modeladas con el programa Matrix Gold.

Chesco Díaz: La tienda aún no ha acabado de incorporar el diseño 3D y ahora es una posibilidad real de mejora en la venta de joyas

viernes 12 de junio de 2020, 07:00h
Chesco Díaz es diseñador, formador y distribuidor de software 3D.
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Chesco Díaz es diseñador, formador y distribuidor de software 3D.
La crisis sanitaria y económica que atravesamos ha demostrado que las nuevas tecnologías van a ser una de las claves para la supervivencia en muchos ámbitos, y la joyería no está al margen de este cambio. Abordamos hoy junto a Chesco Díaz, con casi 20 años de experiencia en el modelado y la formación 3D, la introducción de esta tecnología en nuestro país y, sobre todo, las posibilidades reales de venta que se le abren a creadores y al pequeño y mediano comercio.

¿En qué momento decides dar el paso al diseño de joyería por ordenador y porqué?

Fue en 2002. Yo trabajaba como joyero de astillera. A nuestro taller llegó una información de una impresora 3D en cera. En aquel momento intuí que el camino era ese, y fue un flechazo. Empecé a investigar, a asistir a ferias como Euromold, en las que se empezaban a ver impresoras 3D para la industria, y ya no hubo retorno. Empecé a ver conexiones entre aplicaciones que se usaban en otros sectores como automoción y a partir de ahí, vino más y más investigación. Empecé diseñando con Rhinoceros. El placer de modelar algo en pantalla, y verlo físicamente realizado a partir de una fresadora, me encandiló, y ahí ya, me sumergí. Soy un apasionado del 3D y sus diferentes ramas.

Tiempo después pasas a dar clases de diseño 3D en el Instituto Gemológico Español, invitado por su entonces presidente, Jesús Yanes. ¿Por tu experiencia, cuál es el nivel medio de los estudiantes?

Tanto Ana Ruíz Chantre (la profesora que imparte el área de fabricación de joyería) como yo, nos entregamos en cuerpo y alma a nuestros alumnos. Aquellos que nos siguen adquieren un nivel de conocimiento bastante notable. Somos muy exigentes y no todo el mundo llega al nivel que marcamos, pero en general, estamos bastante contentos con los resultados. Digamos que los alumnos salen con una base para comenzar a plantear su colección de joyas diseñada y modelada por ordenador. Nosotros incidimos en el concepto de que el trabajo no acaba en la pantalla, sino que hay un proceso posterior, de elaboración, que es el realmente importante. Intentamos enseñar a crear piezas de joyería, no renderizados.


Incidimos en el concepto de que el trabajo no acaba en la pantalla, sino que hay un proceso posterior, de elaboración, que es el realmente importante. Intentamos enseñar a crear piezas de joyería, no renderizados


¿Cuál es tu percepción sobre la introducción y aceptación de las nuevas tecnologías de diseño e impresión 3D en el conjunto del Sector?

Yo fui de la primera hornada de joyeros que se introdujeron en el 3d. Al principio éramos aliens, los joyeros tradicionales nos miraban con mucho recelo, e incluso con indignación. Me atrevería a decir que con miedo, pues muchos pensaban que con el ordenador, cualquier chaval de 20 años les quitaría el trabajo. Durante estos últimos 15 años ha habido de todo.

Internet ha socializado mucho el conocimiento. Eso da pie a que un joyero pequeño, muchas veces se haya involucrado más y a veces haya invertido más en tecnología, que incluso grandes empresas, que suelen ser más conservadoras en ese aspecto. Yo creo que hoy en día, el joyero ha entendido que debe ser muy versátil y ofrecer un producto de mayor calidad, a menor coste, y que además sea a gusto del cliente. Eso solo puede darse si se cuenta con la tecnología. No obstante, creo que sigue habiendo mucho temor, sobre todo a la informática, a no tener la suficiente capacidad de entendimiento. También a invertir en software y en maquinaria pues, obviamente, el sector no pasa por su mejor momento.

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¿Cuáles son los principales miedos y reticencias que aparecen ante la adaptación a nuevas tecnologías?

El tiempo a dedicar para emprender un software. Los ordenadores le dan pavor a muchos joyeros. El problema principal es que un joyero piensa en cosas físicas, da un golpe de lima, o de martillo, y consigue la forma. Cuando uno tiene mucha habilidad en algo y cambia el medio de expresión se siente inválido, inútil, y se frustra. Muchos alumnos me dicen: “esto lo hago yo a mano en 10 minutos, y llevo aquí con está curva 2 horas, y no hay manera”. Al principio el nivel de frustración es grande. Luego se invierte, porque ven que hacen cosas con el ordenador en 10 minutos, que a mano son 2 horas….

Otro aspecto es el coste de ordenadores, programas, e impresoras. Somos un gremio acostumbrado a pagar por máquinas que dan un rendimiento físico. O sea, un laminador ayuda a hacer una plancha; sin un laminador no trabajas. ¿Pero un programa? ¿Que no da nada físico? ¿Y hay que pagarlo tan caro? Todo es caro, siempre. Pero claro, si uno empieza a analizar el tiempo que gana y la capacidad de realizar piezas que sin la tecnología no tendría la capacidad… Mejorar la capacidad de trabajo no tiene precio, pero hay que meter un pie en el agua, si no, no lo podemos comprobar.


El mejor catalizador es ganar dinero con lo que se hace cuando uno ve que ahorra tiempo y dinero, entonces se vuelca en ello y no hace falta decirle que estudie


¿Cuánto tiempo de formación necesita un profesional para poder ‘defenderse’ con solvencia en el diseño 3D? ¿Depende también del tipo de programa con el que trabaje?

Depende de varios factores. Primero de la capacidad espacial de la persona y eso no se sabe hasta que uno se sienta delante de la pantalla. Lo principal son las ganas. He tenido alumnos de 70 años, que han acabado comprando maquinaría y haciendo cientos de piezas. Es una cuestión de metodología e invertir tiempo en ello. Es una maratón, no una carrera de 100 metros; por lo tanto debe haber un trabajo diario y combinado, quiero decir, que se debe aprender modelado, pero se debe de poner en práctica también. El mejor catalizador es ganar dinero con lo que se hace cuando uno ve que ahorra tiempo y dinero, entonces se vuelca en ello y no hace falta decirle que estudie. Entonces devora videos, investiga, comparte conocimiento con colegas de profesión, aprende, se emociona, se divierte, conoce gente nueva...

Yo siempre digo: Los primeros dos meses, son muy malos, quemarías el ordenador, te acuerdas de toda la familia del profesor y te irías a una isla desierta donde no hubiese ni móviles. A partir de ahí, viene la recompensa, o sea que podríamos definir ese punto como el, empezar a defenderse. Pero siendo cautos yo hablaría de 3 a 6 meses, para tener una cierta capacidad. A partir de ahí la joyería que lleva uno dentro es capaz de volcarse en el ordenador y ya será cuestión de ir aprendiendo nuevas técnicas, nuevas herramientas, e incluso nuevos programas.

El programa lógicamente influye. Programas que están enfocados al diseño de piezas en 3D genéricos son más áridos, más antipáticos. No es lo mismo tener un asistente que ya cree un anillo, que dibujar las curvas de secciones para poder realizarlo. Los programas especializados en joyería son más atractivos, más eficaces, y más útiles, por tanto, acortan el tiempo de aprendizaje y hacen que lleguemos más lejos. No tendría sentido si no fuese así.

Programas de diseño especialmente creado para comercios como es el CounterSketch permiten modelar rápidamente formas casi infinitas.

Pasando a una cuestión más actual la pandemia del Covid-19 está acelerando cambios y comportamientos que estaban pendientes en la industria joyera y uno de ellos es la personalización de la joyería para atraer al cliente final. ¿Es la tecnología de diseño e impresión 3D una herramienta fundamental para este cambio?

El taller ha entendido que las tecnologías 3D pueden aportar muchos beneficios en la fabricación de piezas. Pero la tienda no ha acabado de incorporar el diseño 3D en el proceso de venta y ahora es cuando el diseño ofrece una posibilidad real de cambio en la venta de joyas.

El sector no puede en este momento invertir en stock, debe reducirlo, pues no sabe cuando va a poder venderlo. Además el cliente viene ya con una idea clara de lo que quiere, porque lo ha visto en redes, Instagram, Pinterest, etc. Y obviamente a un precio asequible. El diseño 3D nos ofrece la capacidad de despertar una ilusión en el cliente, pues se le está haciendo una pieza para él, con un coste de fabricación más reducido, y que podemos ajustar a su presupuesto.

Esto nos permite reducir las piezas que tenemos en el muestrario, que podemos cambiar por un muestrario virtual que se puede adaptar al gusto del cliente. Si además disponemos de impresión 3D, el cliente puede ver el diseño en pantalla pero tambien realizado físicamente en una resina, en la que podemos colocar la piedra, podemos pintarla de color oro, etc. Efectivamente, la tecnología 3D cambia el proceso de compra de una joya. ¿Y porqué no? ¿En cuantos establecimientos hoy en día nos sacan una pantalla de ordenador para ayudarnos a escoger las posibilidades que tenemos?

Es importante también hablar de las redes, más en un momento en el que la gente no sale a pasear para escoger regalos. Los ve primero por internet, por tanto, debemos de tener un amplio surtido de imágenes. En ese sentido, existen programas que nos ayudan a ofrecer de una forma rápida y fácil, diferentes imágenes de piezas modeladas en 3D que no existen y que solo se fabrican si el cliente las compra.


La tecnología 3D cambia el proceso de compra de una joya. ¿Y, por qué no? ¿En cuántos establecimientos nos sacan ya una pantalla de ordenador para ayudarnos a escoger las posibilidades que tenemos?


Para los que están al frente de un pequeño o mediano comercio… ¿Puede ayudarle la tecnología 3D a darle un nuevo impulso a su negocio o esto está dirigido solo a grandes fabricantes?

Voy a ser categórico en esto. Es imprescindible. Cuanto más pequeño, más necesario.

En el mismo sentido… cuando un profesional valora realizar una inversión importante, como puede ser el caso de la tecnología 3D, ¿Qué factores recomiendas tener en cuenta a la hora de decidirse por uno u otro producto?

La confianza en los años de experiencia y la profesionalidad de quien oferta la tecnología. Uno puede comprar una impresora 3D de la marca X, pero necesita conocer las técnicas y pormenores. A todos nos gusta que cuando nos surge una duda haya alguien al que poder preguntarle, y que busque una solución a nuestro problema. Es fundamental que la empresa a la que adquirimos la tecnología tenga total conocimiento de lo que está vendiendo. No son limas, ni laminadores. Es importante probar, comparar, informarse bien antes de adquirir.

La joyería más conceptual, llamada de autor, artística, contemporánea… a menudo parece estar enfrentada con la diseñada por ordenador. En tu opinión, ¿es compatible una pieza artística y única, pero diseñada a su vez con un programa de diseño?

En el diseño 3D existe también pasión y amor por la joyería. Quien afirma que la joyería de autor está reñida con las nuevas tecnologías, desconoce el modelado 3D y no se da cuenta que simplemente es una herramienta. Otra cosa es que no se consiga la sensibilidad deseada con determinado tipo de programas, pero la oferta es muy amplia y los métodos de trabajo muy distintos. ¿Cómo va a estar reñida la joyería contemporánea con el desarrollo y la innovación en materiales, la experimentación? Es antagónico.

Programas especializados en diseño de joyería como MatrixGold permiten la elaboración de cualquier forma compleja.

A partir de la próxima semana vamos a estrenar en GOLD&TIME una nueva sección dedicada a la formación 3D con ejemplos y tutoriales prácticos de los dos programas con los que trabajas: Matrix Gold y CounterSketch. Háblanos brevemente sobre las funcionalidades de cada uno y la utilidad que pueden tener para los profesionales del sector.

Son dos programas diferentes que ofrecen una solución directa a los problemas de hoy en día en nuestro sector. MatrixGold es un software que nos va a permitir modelar cualquier tipo de pieza de joyería, y Countersketch es un software con una galería de piezas ya prediseñadas, que se pueden customizar a gusto del cliente. Por lo que podríamos decir que Countersketch es un software que nos ayuda a la venta de joyería, mientras que MatrixGold está más orientado a la creación de esta, con herramientas paramétricas que nos permitirán la edición de nuestros modelos, facilitando los cambios que nuestro cliente desee y la reutilización de nuestros modelos en ocasiones posteriores.

Countersketch es un software muy utilizado en tiendas de joyería del mundo entero, pero principalmente en el mercado norteamericano. Las piezas realizadas están prácticamente preparadas para su producción.

MatrixGold es un programa completamente nuevo, que originariamente surgió de dos grandes programas, Matrix y Rhinogold, pero que está en constante evolución, y que está ofreciendo cada vez más y mejores herramientas para poder realizar diferentes tipologías de pieza, adaptándose a la capacidad del usuario, y con una facilidad de uso importante, que hace que usuarios noveles, no deban invertir tanto tiempo en conseguir piezas de un alto nivel.


Chesco Diaz es distribuidor y formador de MatrixGold y Countersketch. Distribuidor de impresoras Asiga 3d, y distribuidor y formador de Rhinoceros. Más información: www.studiochesco.com