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Debemos buscar fórmulas para incentivar a los jóvenes relojeros

martes 30 de mayo de 2017, 07:00h
Debemos buscar fórmulas para incentivar a los jóvenes relojeros
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Amplia e interesante entrevista con el presidente de la Sección de Relojería del Colegio de Cataluña, Alfred Perís.

Las cifras del Colegio muestran que el comercio de relojería crece a buen ritmo. ¿Cuáles son las gamas más demandadas?
Según estudios realizados el incremento de ventas de este año se han incrementado un 5% en conjunto. Estas cifras se refieren a las ventas de los grandes grupos de marcas, si bien el comportamiento es desigual según el área geográfica. Así, una vez hablado con distintos puntos de ventas de Catalunya, las ventas han subido muy poco en las demarcaciones de Tarragona y Lleida en donde el tipo de reloj que más se vende es de gama media, media-alta, vendiendo más por moda o diseño que por marca; en cambio cambia cuando se habla de Gírona y Barcelona, se vende más por marcas que por moda, con predominio de las gamas media-alta y alta. La alta relojería se vende básicamente al turismo.

¿Cree que eventos específicamente dedicados a la relojería como el que se celebró recientemente en Barcelona son positivos para dinamizar las ventas?
Todo evento, feria, encuentro, master class, charla, mesa redonda etc. específica sobre la relojería , poco o mucho siempre tiene repercusión dentro del sector y siempre es positivo que se hable o difundan noticias de este mundo y que el público en general hable sobre la relojería, caso del reciente BCN Watch Experience.

O por ejemplo, se acaba de celebrar el 21 de mayo la XXII Feria del Reloj en Sant Feliu de Codinas donde se puede visitar el museo; y cada año en dicho museo se celebra una temática distinta, este año fue “el arte en el reloj”, siendo todo un éxito. Y como cada individuo tiene la escala de valores distinta siempre podremos oír el típico comentario “¿cómo alguien puede gastarse tanto dinero en un reloj?”, ya que para mucha gente gastarse una cantidad elevada de dinero, es malgastar y para otra persona no compra más relojes porque su economía no se lo permite.

¿El auge de los llamados “relojes inteligentes”, cree que pone en peligro la relojería más tradicional?
Respecto a los smartwatches o reloj inteligente, en primer lugar no se ha vendido la cantidad que las marcas habían planeado; hubo el boom de la primicia y se vendieron muchos smartwatch pero una vez pasada la novedad las ventas disminuyeron y el cliente en general vuelve al reloj tradicional de muñeca y usando el reloj inteligente para hacer deporte por los parámetros que indica.
La prueba está en que muchas de las App que llevan los smartwathes ya no se actualizan, a diferencia de las de los teléfonos móviles, ya que el público en general usa más las aplicaciones en el teléfono que en el smartwach.

Según nos cuentan algunos profesionales del comercio, la relojería, debido a su carácter estandarizado, es más fácil de vender online que la joyería. ¿Cree que los establecimientos tienen suficiente presencia online en el tema de ventas?

Muchos puntos de ventas son reacios a vender online ya que se pierde el trato del profesional joyero y relojero con el cliente. Y ciertamente es muy importante que el cliente se deje aconsejar por el profesional y así poder decidir dentro de su propio criterio la joya o el reloj a comprar bajo su punto de vista y economía. La venta online es fría: te puede aconsejar un amigo o un familiar pero como no ves la pieza hasta que te llega a casa, hay riesgo de desilusión ya que lo habías visto por la pantalla puede no corresponderse con lo que te entregan en mano.

Por esto la gente es más reacia a comprar joyería, por ejemplo se podría recibir un brillante sintético como si fuese autentico. En relojería es distinto ya que ves el modelo del reloj. Aunque también puede darse el caso de venta de un reloj como autentico y que realmente sea una réplica. Ahora hay imitaciones o falsificaciones tremendamente fieles a los originales.

Como colegio siempre recomendamos que cuando quieran comprar una pieza para regalo o para uso personal, que tengan que hacer, que entren en los puntos de ventas y pregunten sin ningún reparo. Aunque solo sea mirar y ver precios para una posible compra, y que lo hagan aunque el establecimiento tenga dos puertas de seguridad. ¿No lo hacen así con el género textil? Cuando se quiere comprar una camisa, se entra en la tienda a mirar, tocar, ver el precio… luego comprarán o no. Pues la recomendación del colegio es la misma para joyerías y relojerías.

Uno de los problemas habituales para los reparadores relojeros es la dificultad de recibir suministros por parte de algunas grandes marcas relojeras. ¿Está mejorando ese ámbito?
Este punto es complicado. En su día se planteó el caso ante el Tribunal de Defensa de la Competencia de la Unión Europea en Bruselas. En el año 2002, diversos relojeros fueron a declarar al Tribunal, dando su versión sobre la no venta de fornitura de varias marcas de alta gama – pero la posterior sentencia fue que no había ningún tipo de monopolio por parte de las marcas. Por tanto, el siguiente paso fue denunciar ante el Tribunal de Defensa de la Competencia en Luxemburgo. Y ahora se espera que el próximo mes de julio salga la sentencia al respecto.

Eso sí, desde hace pocos años, algunas marcas auditan los talleres independientes y si reúnen las condiciones que ellos marcan (espacio, utillaje, herramientas y maquinaria específica, etc) para reparar sus relojes te dan el “titulo “ de Servicio o taller Autorizado de su marca o marcas. Pero lo que muchas veces ocurre es que son tantas sus exigencias si quieres reparar dichas marcas, que no compensa la inversión en maquinaria o utillaje con la cantidad de relojes que entran de estas marcas.

Barcelona cuenta con la única escuela de relojería reglada en nuestro país. ¿Existe un alto interés en formación relojera por parte de los jóvenes?
Sí, es cierto. La única Escuela Reglada de enseñanza de Relojería en toda España es el Instituto Verge de la Mercè, con un ciclo de dos años de duración: el Módulo Profesional de Relojería. Y es tal la falta de relojeros que los dos mejores alumnos de cada promoción van directamente a Suiza a dos fábricas de las marcas más importantes, donde siguen formándose para trabajar dichas marcas en España.
Por desgracia quien no está relacionado con el mundo de la relojería no atina a preguntar por este Módulo de Formación y ha habido años que ha costado incluso tener una ratio mínima para seguir con dicho Módulo. Desde el Colegio queremos encontrar fórmulas con dicho Instituto y trabajar conjuntamente para buscar incentivos para que los jóvenes quieran ser relojeros.

Hay distintas salidas profesionales como relojero: puedes trabajar en el taller oficial de un grupo de marcas de relojes, o en el taller de una tienda, o incluso montar tu propio taller autónomo reparando relojes a distintas tienda. También puedes ser forniturista en un almacén o grupo de marca; o llegar a ser un buen dependiente profesional y así poder informar mejor del producto que estas ofreciendo al cliente y que las tiendas te quieran tener en su plantilla.

Los relojeros somos también, un poco psicólogos. Aconsejamos al cliente si merece la pena reparar un reloj; por ejemplo, el de un familiar por tema sentimental, ya que si no fuera este motivo no merecería la pena repararlo, y que sería mejor guárdalo de recuerdo y sin funcionar, ya que el coste de repararlo sería muy costoso y no funcionaría correctamente debido al estado del propio reloj. A los relojeros se nos achaca de frases hechas, como por ejemplo “Los relojeros no tenemos clientes, tenemos mucho amigos”; o “Si no te lo arregla un relojero, no te lo arregla nadie” o que “Estamos todos los días buscando problemas y los buscamos con lupa para verlos más grandes, ya que somos un poco maniáticos de la perfección”.

Pese al elevado nivel en aspectos como la reparación, la presencia de fabricantes es prácticamente nula, tanto en Cataluña como en España. ¿Es viable una producción propia relojera propia?
Creemos que debido a la alta sofisticación de la maquinaria para producir los movimientos de los relojes y también al elevadísimo coste que supondría tener que crear una empresa de este calibre, es muy difícil una fabricación masiva de relojes de gama alta. Pero sí que existen relojeros que fabrican artesanalmente sus propios relojes como por ejemplo nuestro amigo y compañero el Sr. Pita, que ya es una Marca reconocida por alta tecnología artesanal.