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EDITORIAL

¿Qué está ocurriendo con el actual modelo de las ferias profesionales?

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jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

Apenas llevamos inciada la temporada de ferias en el Sector Joyero y Relojero europeo y, sin embargo, comienza a detectarse entre los expositores habituales cierto desánimo que,  ––habida cuenta los cantos de sirena de esa presunta recuperación que escuchamos por doquier–– son complicados de explicar.

De las conversaciones ‘de pasillo’ con los profesionales que este Periódico ha podido venir manteniendo en encuentros como Madrid Joya, Vicenza o Inhorgenta se deduce que algo está ocurriendo en el modelo ferial tradicional. No hay alegría a la hora de acudir a los eventos.

Los expositores más curtidos en esto de las ferias muestran su apatía con un lacónico "hay que estar", con más resignación que otra cosa. Y los noveles, a los que se les presupone un mayor grado de ilusión, se muestran a menudo decepcionados porque las ventas no han alcanzado las expectativas soñadas. 

Esto es simplemente el reflejo de la percepción que sobrevuela los pasillos de los recintos feriales. Y puede no ser representativa.

Pero es que los datos objetivos también traducen a su manera esta situación: Menos expositores, menos visitantes e, irremediablemente, menos volumen de ventas. Y otras ferias, como la fallida propuesta Costa Brava Joia han tenido directamente que cancelarse debido a la falta de interés. Esa es la ecuación.
Y sin embargo esta situación no parece ser imputable a las organizaciones de los recintos feriales.

De hecho, la gran mayoría de participantes observa y agradece el esfuerzo que en los últimos tiempos las Direcciones están haciendo por innovar, por flexibilizar, por hacer más atractiva la visita a las ferias.

No. Más bien este hecho sólo se explica a la propia falta de demanda por parte de los visitantes y, por ende, al escaso ánimo comprador por parte del público final. Lo más curioso es que  ––de nuevo los datos–– apuntan a que la pasada campaña navideña ha sido la mejor de los últimos años y (supuestamente) la confianza del consumidor está en máximos.

Sea como sea, la evidencia es que esto no ‘despega’  y se hace necesariav una reflexión prfunda sobre lo que está ocurriendo. Que le sea útil. Ese es nuestro mayor interés.